La primera mujer que lidera el parlamento lapón - y los desafíos que le esperan
LatiCe
Traducción: Claudia García
En las elecciones de este año para el parlamento lapón fue electa como presidenta Sara Larsson, del partido Min geaidnu, lo que la convierte en la primer mujer que ostenta ese cargo en la historia del parlamento lapón. Su objetivo es lograr la autonomía lapona - un objetivo ambicioso que, desgraciadamente, puede compararse con la lucha de David contra Goliat.
Para comprender por qué la propuesta de Sara Larssons es tan difícil de llevarse a la práctica hay que recordar los últimos 40 años de procesos jurídicos por el derecho al territorio y al agua. La lucha en los tribunales forma parte de la vida cotidiana de los lapones y lo normal es que pierdan esa lucha. La existencia del parlamento lapón implica, hasta un cierto punto, un reconocimiento del estado sueco de los lapones como pueblo, sin embargo, estos no están reconocidos por la constitución de Suecia. La actividad del parlamento lapón se encuentra regida por el parlamento y el gobierno sueco, por medio de leyes, disposiciones y resoluciones de financiación lo que lo convierte, a un mismo tiempo, en un órgano electo por el pueblo y en una agencia gubernamental. No hay que ser un genio para comprender que la influencia real de los lapones es, por lo tanto, muy limitada.
Las diferencias internas entre los lapones son un problema
Ya en 1886 cuando el parlamento sueco definió a los derechos de los lapones existía la concepción de que los "verdaderos lapones" eran los nómades. La idea de civilización era irreconciliable con la de cuidador de renos y por eso se diferenciaba a los nómades de los demás con la intención de conservar la cultura auténtica del cuidador de renos. Los lapones que vivían en asentamientos fijos no eran considerados"auténticos" y quedaban excluidos de la conocida como ley referente al cuidado de renos. A esto se debe que los lapones que no se dedican al cuidado de renos, aún hoy en día, estén excluidos. Uno de los objetivos de Sara Larsson como nueva presidenta del parlamento lapón es lograr la igualdad de todos los lapones. Ella considera que "es importante acabar la polarización entre los lapones cuidadores de renos y los que no lo son. Si no lo logramos, no podemos avanzar."
"Lapones reprimidos"
Christina Allard, doctorando en derecho lapón, ha investigado el tratamiento que el derecho jurídico hace de los lapones. En su tesis de doctorado de la universidad técnica de Luleå ha comparado el sistema jurídico sueco con su equivalente de Nueva Zelanda y Canadá, asimismo el tratamiento que estos últimos países hacen de cuestiones jurídicas similares en relación a sus pueblos originarios. Suecia es, sin lugar a dudas, el peor país. Según afirma Christina Allard Suecia niega su pasado colonial, los conceptos jurídicos de la legislación sueca antigua no son vigentes y los usuales no se adaptan al uso del territorio que hacen los lapones. Allard considera también que hay que reforzar el rol del parlamento lapón y que hay que cambiar el sistema jurídico y político para que los lapones tengan un estatus equivalente a los otros pueblos originarios del mundo. A ella le parece que los lapones "están más reprimidos" y que"pocas veces luchan porque confían más en las autoridades y el sistema legal" que los indios de Canadá o los maoríes de Nueva Zelanda.
Igualdad y democracia
El parlamento lapón tiene mucho terreno que recuperar, en el sentido literal de la frase. El paso que han dado hacia la igualdad de género es un primer paso hacia una mayor democratización. Sara Larsson está convencida de que se le va a exigir más por ser mujer y que por eso mismo tendrá que distinguirse. Quizás sea este espíritu de lucha el que finalmente logre vencer a Goliat y los lapones consigan su autonomía. La lucha por los derechos de caza y pesca serán, probablemente, el mayor proceso jurídico que los lapones emprendan contra el estado.
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