Violencia de género en salas de maternidad
México. Mujeres en trabajo de parto son víctimas de abusos, maltratos y humillaciones en hospitales públicos. Embarazadas que dieron a luz en las afueras de los hospitales porque se les negó atención, tratos discriminatorios a indígenas embarazadas y comentarios humillantes y ofensivos durante el parto, son algunos de los abusos que sufren las mujeres por parte de personal de salud en hospitales públicos en México.
Reportes periodísticos revelaron que entre octubre y febrero, cinco mujeres en el sureño estado de Oaxaca dieron a luz fuera de los sanatorios debido a que los médicos se negaron a internarlas señalando que sus partos tardarían. El caso más reciente ocurrió el 6 de febrero en el puerto oaxaqueño de Salina Cruz cuando una adolescente de 16 años, acompañada por su madre, acudió a la Clínica 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con dolores de parto y durante siete horas solicitó atención, recibiendo como respuesta que faltaba tiempo para que su niño naciera y que regresara. El parto le sobrevino en el estacionamiento del hospital y sólo recibió ayuda de su madre.
Casos como este han sido investigados por el científico social Roberto Castro Pérez, integrante del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un estudio que mereció el 7º Premio Iberoamericano de Ciencias Sociales otorgado por la UNAM.
La investigación, titulada "Génesis y práctica del habitus médico autoritario: el caso de la violación de los derechos de las mujeres en las instituciones de salud de México", se basó en más de 200 testimonios, observaciones en salas de trabajo de parto, entrevistas y grupos focales con médicos, así como recomendaciones de la gubernamental Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre este tipo de casos.
Deformación profesional
Al recibir el premio, el 22 de enero, Castro mencionó que "estos abusos no son un problema exclusivamente médico, sino que tienen que ver con la formación de los profesionales de la salud, a quienes se les introyecta la idea que [ellos] tienen mayor jerarquía que los pacientes. Y es que en el área médica existe un nivel de jerarquización semejante al del Ejército o la Iglesia".
En este mismo sentido, un estudio realizado a mediados del 2012 por el gubernamental Instituto Nacional de Salud Pública reveló que de las 512 mujeres entrevistadas, 11% refirió haberse sentido maltratada por algún integrante del personal de salud. Las personas que ejercieron el maltrato fueron: enfermeras (40%), médicas (30%) y médicos (23%).
Según Raffaela Schiavon, secretaria técnica del Comité Promotor por una Maternidad Segura en México -entidad conformada por organismos gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, agencias de cooperación y comités estatales, abocada a la defensa del ejercicio de los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres-, es "inaceptable" el maltrato que reciben las mujeres en los servicios de salud.
En declaraciones al diario La Jornada, Schiavon refirió que "los abusos, humillaciones y en general malos tratos que reciben las mujeres en trabajo de parto es un problema grave y creciente en México y América Latina [que] requiere de una solución urgente".
"Las más afectadas suelen ser las mujeres pobres y sin educación que tienen una menor capacidad de interlocución con el personal de salud", agregó. "De ahí que cualquier medida para contrarrestar el problema debe incluir acciones diferenciadas para cada sector de la sociedad".
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