Los feminicidios que no caben en la ley
Alai-Amlatina
Chile. La pequeña Daniela Cruz Leiva, de apenas cuatro años, fue asesinada a fines de septiembre tras ser violada, golpeada y estrangulada. La carroza que llevó sus restos en el funeral decía con flores "Adiós princesita".
Katherine Droguett Silda, de 36, fue agredida por un cliente con un puñetazo que terminó matándola a causa de un paro cardiorrespiratorio, mientras trabajaba en el comercio sexual callejero. Marisol Balcázar Navarro, de 47, fue golpeada, violada y estrangulada hasta morir por un vecino. Su cuerpo fue abandonado en una zona eriaza.
Ninguno de estos tres asesinatos son considerados feminicidio por la ley chilena: Daniela por ser menor, Katherine por ser transgénera y Marisol porque no la asesinó una pareja o expareja.
Por eso las estadísticas de feminicidio entregadas por las organizaciones autónomas y las del gobierno no coinciden. Mientras el Servicio Nacional de la Mujer señala que durante 2013 se registraron 36 asesinatos de mujeres por razones de género, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres tiene un conteo propio -basado en la prensa- que habla de 49 casos; o sea, una mujer asesinada en Chile cada semana. Eso, sin contar los asesinatos frustrados, de los que no existe registro.
La actual Ley de Feminicidio extiende las penas de parricidio --que son más duras que las de asesinatos comunes-- a los exmaridos y exconvivientes, pero deja fuera los asesinatos cometidos contra mujeres por desconocidos, conocidos con quienes no hay ni hubo vínculos amorosos, o parejas con la cuales no existe vínculo formal, como los noviazgos.
"La ley sobre feminicidio, al igual que la de violencia intrafamiliar, refleja la misoginia enraizada en nuestra cultura", señaló a SEMlac Sandra Palestro, coordinadora nacional de la Red contra la Violencia hacia las Mujeres.
"El tratamiento fragmentado de la violencia hacia las mujeres despolitiza el problema, sitúa el foco de atención al interior de la familia y en delitos parciales, lo que hace perder la visión global y estructural de un asunto que afecta, específicamente, a las mujeres, y por ende a toda la sociedad", insistió Palestro.
Esto implica que, en los casos de Daniela, Katherine o Marisol, las sanciones serán más bajas que cuando se trata de feminicidios reconocidos por la ley; y que en el conteo público estos asesinatos no son sindicados como crímenes por razones de género, aunque dos de ellas fueron violadas y la tercera ejercía el comercio sexual.
Para Sandra Palestro, se requiere "una visión más amplia de la violencia hacia las mujeres: la ampliación del concepto de acoso sexual al ámbito educacional; la modificación de la Ley VIF (violencia Intrafamiliar) incorporando todo tipo de violencia de género, no solo dentro de las familias o entre cónyuges, y el registro único de casos de violencia contra las mujeres y de feminicidio".
Las cifras
Según la encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales que el Ministerio del Interior publicó en julio de este año, casi un tercio de las mujeres entre 15 y 65 años reconoce haber sufrido alguna forma de violencia por parte de familiares, parejas o exparejas, y es el maltrato psicológico el más frecuente, con 31 por ciento, seguido por el maltrato físico con 16 y el sexual con un seis.
El estudio muestra que casi la mitad de las mujeres que sufrieron violencia psicológica el último año decidió no denunciar, mientras para la violencia física la cifra es de 41 por ciento. En los casos de quienes aceptan haber vivido violencia sexual el último año, casi siete de cada 10 decidieron no realizar denuncia.
Entre quienes no quisieron denunciar violencia psicológica, un tercio señala no creer que fue algo serio y, por tanto, no lo consideraron necesario; mientras un cuarto de quienes no denunciaron violencia física indican haber tenido miedo y 14 por ciento porque las cosas mejoraron. El 40 por ciento de quienes no denunciaron violencia sexual aducen haber sentido vergüenza de contar la situación.
El "Informe de Muerte de Mujeres", elaborado por la Fiscalía Nacional en 2012, incluye todos los casos de asesinatos por razones de género y señala que las denuncias por Ley de Violencia Intrafamiliar se incrementaron en 154 por ciento en los últimos cinco años, hasta alcanzar las 137.296 en 2012. Indica, además, que el medio más usado por los hombres para cometer estos crímenes son las armas blancas.
Según el estudio recién aparecido "Percepciones y opiniones sobre la violencia en el pololeo" (noviazgo), cuatro de cinco jóvenes encuestados indicó que, en su círculo cercano, supo de insultos o gritos; tres de cinco, de golpes; y cinco de 10, de empujones, tirarse cosas, o de amenazas. Sin embargo, solo 45 por ciento de los interrogados considera violentas conductas como realizar amenazas, empujarse o tirarse cosas.
Un factor relevante al que los jóvenes atribuyen la violencia en la pareja es el uso de las redes sociales, ya que 67 por ciento cree que Facebook, Twitter o Youtube son los principales medios de comunicación que fomentan la violencia en la pareja y 34 por ciento reconoce haber revisado el celular o el Facebook de su pareja a escondidas.
Fuente: SEMLAC
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