Cada cuatro horas una mujer menor de 30 años es asesinada en Brasil
Adital
Brasil. Campaña compromiso para desarrollar actitud de defensa de la Ley Maria da Penha. Datos del mapa de la violencia de 2014, llaman la atención sobre el peso de las discriminaciones de género y de raza en el incremento de homicidios de jóvenes en Brasil.
Los homicidios intencionales de mujeres más que se duplicaron en el país en las últimas décadas, pasando de una tasa de 2,3 por cada 100 mil habitantes en 1980 a 4,8 homicidios por 100 mil, en 2012 - un elevado crecimiento de 111%. Entre los jóvenes, los datos son aún más alarmantes: una tasa de 7,7 homicidios por 100 mil habitantes, en el 2012, o sea cada cuatro horas una mujer con menos de 30 años fue asesinada a en Brasil. El porcentaje de mujeres asesinadas antes de los 30 años, es 60% mayor, que el de las mujeres en su conjunto.
Datos, divulgados recientemente por el Instituto Sangari, en el Mapa de la Violencia 2014 - Los Jóvenes de Brasil, ponen de manifiesto el aumento de los homicidios no sólo de las mujeres, sino también como un movimiento que victimiza a la población brasileña en su conjunto, sobre todo la masculina: entre los hombres la tasa de homicidios tuvo un crecimiento aún mayor, de 156%, pasando de 21,2 por cien mil, en 1980, a 54,31 por cada cien mil, en 2012.
Según la socióloga Wania Pasinato, investigadora del núcleo Pagu/Unicamp y consultora de ONU Mujeres, el campo de las políticas públicas necesita entender mejor las causas del creciente número de asesinatos de mujeres, para enfrentarlo más eficazmente. Un paso esencial en este sentido es aumentar la producción de estadísticas y datos nacionales sobre la violencia contra las mujeres.
"Por los datos disponibles, es imposible saber cuál es el peso de la violencia de género y de la criminalidad en este aumento de las muertes femeninas. Necesitamos saber si los asesinatos de mujeres acompañan el movimiento general de criminalidad - influenciada por la presencia de factores tales como robos y homicidios, el crimen organizado o tráfico de drogas etc. - o si asumen características que son particulares y que son independientes de este movimiento general, tales como la violencia doméstica y sexual contra las mujeres en el país", explica.
Otro dato alarmante del Mapa de la Violencia demuestra que la discriminación racial también tiene influencia en las muertes violentas: murieron proporcionalmente 146,5% más negros y negras, que personas blancas en Brasil en 2012. Para la socióloga, hay, ante los datos disponibles, la necesidad latente de un intercambio entre los campos de la seguridad pública y la lucha contra la discriminación para revertir esta curva creciente de asesinatos.
"Por un lado, el campo de enfrentamiento a la violencia contra las mujeres necesita observar más la criminalidad que afecta a este grupo, que puede estar siendo víctima además de en las relaciones domésticas y familiares, también en otras situaciones que pueden o no tener vínculos con la desigualdad entre los géneros en Brasil. Por otro lado, la investigación indica que el campo de la seguridad pública tiene que prestar más atención a la relación entre la discriminación y las muertes violentas", recomienda la especialista. La consultara explica que, en Brasil, todavía persisten divisiones muy tradicionales entre los supuestos papeles de hombres y mujeres, que afectan fuertemente la condición de las mujeres en la sociedad. "Lo que la mujer puede o no hacer tiene mucha relación con el papel de la mujer en la sociedad", contextualiza.
Peso de la desigualdad de género
Para la juez Adriana Ramos de Mello, del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro (TJRJ), un paso importante para dimensionar el peso de la violencia de género en los homicidios de mujeres en el país es la tipificación penal de femicidio — el asesinato de una mujer por su condición de ser mujer, generalmente motivado por odio, desprecio o sentimiento de pérdida de propiedad sobre la mujer.
"Destacar este tipo de delito tiene un efecto simbólico importante en el Poder Judicial y podría ayudar a traer hacia dentro de los procesos características que todavía no se tienen en cuenta. En un estudio que estoy realizando en Río de Janeiro, vi que no hay ninguna mención de la Ley Maria da Penha en casi ninguno de los casos de asesinato. Con este déficit, la mayoría de los femicidios van a entrar en la "fosa común", generando una ausencia de la perspectiva de género en las investigaciones", subraya la magistrada, quien investiga los asesinatos de mujeres en el estado entre 2000 y 2010.
"El femicidio, por desgracia, todavía es minimizado, considerado como crimen pasional, en el que el autor no parece suponer un riesgo para la sociedad. Es decir, que el asesinato es considerado como un hecho aislado y los sistemas de Seguridad y Justicia, a veces se dirigen más a la conducta de la mujer que perdió la vida, que al acusado. Hay una gran invisibilidad que perjudica substancialmente el acceso de las mujeres a la justicia", lamenta.
La cantidad muy superior de homicidios de los hombres, también termina reforzando esta invisibilidad, fruto de la desigualdad entre los géneros en el país, según la juez. "Las mujeres están muriendo y, en gran parte, son asesinadas por compañeros íntimos que alimentan un sentimiento de propiedad sobre ellas. Pero, como estadísticamente ese número es mucho menor que los asesinatos de hombres en las calles, termina siendo banalizado, y trasmitiendo la sensación de que no es necesario preocuparse tanto sobre la violencia doméstica", contextualiza la juez, que también es miembro de Fonavid, el Foro Nacional de Jueces de Violencia Doméstica y Familiar contra las mujeres.
Según la juez de TJRJ, en su estado, el peso de la violencia doméstica es preponderante. "He observado en los procesos que estoy estudiando que aproximadamente de 70% a 80% las víctimas fueron asesinadas por su misma pareja o ex cuando decidieron romper la relación", dice la juez.
En Sao Paulo, datos de la oficina de seguridad pública del estado revelaron que la situación es similar: sólo entre enero y abril de este año, 63,2% de las víctimas de homicidio causadas por los conflictos entre las parejas, eran mujeres. Teniendo en cuenta estos crímenes y aquellos en que el asesinato se cometió con violencia sexual - dos de las condiciones que, según el proyecto de ley del Senado nº 292/2013, caracterizan el femicidio -, se estima que cada dos día una mujer fue asesinada por razón de género sólo en el estado de São Paulo.
Respuestas
Además de la tipificación, para la magistrada, el país necesita políticas públicas que actúan para frenar la cultura de la discriminación de género en el largo plazo. Entre las medidas en este sentido, la juez enumera el "cambio los programas escolares para trabajar el tema de la igualdad de género, la promoción de campañas entre la población y la difusión de información a las mujeres sobre sus derechos y las formas de acceder a ellos, porque a menudo la víctima no cree que la violencia cometida por su compañero pueda llegar al asesinato".
En el corto plazo, según la juez, es necesario asegurar el cumplimiento de la Ley Maria da Penha, tratando de prevenir la violencia contra las mujeres llegue al extremo del asesinato. "La Justicia necesita equipar mejor a la aplicación de la Ley Maria da Penha, tiene que salir de los tribunales especializados y pasar a los tribunales del Jurado, necesitamos una base de datos oficial y centros de apoyo para mujeres que están en riesgo de vida o de violaciones de sus derechos humanos. También es necesario crear protocolos de investigación al servicio del sistema Judicial, que ayuden a sacar este problema de la invisibilidad, asegurando la efectiva definición de responsabilidades de los autores de estos crímenes", recomienda la magistrada de Río de Janeiro.
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