Jujuy enjuicia a los represores de la última dictadura y a sus aliados económicos
Argentina. Jujuy es la primera provincia argentina que demuestra, acorde con los requerimientos legales, la complicidad del poder económico y civil, en la represión de los años de la última dictadura, así como de las anteriores (posteriores a 1955).
Uno de los grupos empresariales "argentinos", implicados en la represión en esta provincia, así como de sus ciudadanos, es el Grupo Blaquier (amigos del ex-ministro de Economía Cavallo), del Ingenio Ledesma, uno de los más grandes y poderosos de Argentina. Hay más de 200 testigos sobrevivientes que declaran haber sido secuestrados y trasladados a centros de detención ilegales en camionetas del Ingenio Ledesma. Por estos testimonios el Juez ha citado a declarar a Pedro Blaquier, director general de Ledesma y dueño del ingenio.
Hay muchas declaraciones que marcan al Ingenio Ledesma como instigador y colaborador de la tristemente conocida como "la noche del apagón", en que se produjo un apagón que oscureció toda la ciudad de Ledesma (a 40 km de San Salvador de Jujuy, la capital de la provincia). Y, amparados en la oscuridad, se llevaron a más de 400 personas detenidas, la mayoría obreros de la empresa, algunos dirigentes y estudiantes. A los detenidos se los trasladó a campos de concentración e, inclusive, a unos galpones que eran y son propiedad del Ingenio Ledesma. Todavía hay gente que fue secuestrada pero que no se ha animado a declarar por el temor a que alguno de sus familiares que trabajan en el Ingenio Ledesma, pierdan su puesto de trabajo. Los habitantes de Ledesma dependen totalmente del trabajo en el Ingenio Ledesma. Los Blaquier, dueños del Ingenio Ledesma, se " hicieron de sus tierras", ya a principios del siglo pasado, sacando compulsivamente a los pueblos originarios que vivían pacíficamente en la zona, asesinando a los que se oponían a este saqueo y trasladando a los otros a tierras lejanas y desconocidas por ellos.
Las organizaciones sociales de Jujuy se han movilizado con 50- 70 y hasta 90 mil personas, para exigir que se enjuicie a los genocidas y a los empresarios que colaboraron en forma directa.
He tenido la emoción de presenciar en más de una oportunidad, marchas verdaderamente multitudinarias, pidiendo JUSTICIA, VERDAD Y MEMORIA en Jujuy. Provincia relegada del norte argentino, donde la organizaciones sociales han tomado y tienen un rol importantísimo en una lucha que realmente le correspondería al Estado, pero que ellos han asumido como propia, como forma de colaborar y participar activamente en el combate contra la miseria (Jujuy era una de las provincias más pobres en los años 90). Los jujeños, algo más recuperados hoy y con fuentes de trabajo que esas organizaciones sociales han creado en forma de cooperativas, luchan por la condena a los represores y sus aliados económicos.
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