2019 llega a su fin con una América Latina convulsionada. Continúan los asesinatos de líderes sociales (sólo en Colombia se ha asesinado a 155 líderes sociales este año), de aquellos que luchan por el medio ambiente, de los que representan a los pueblos originarios y de las aproximadamente 1300 personas LGBTI a quienes se asesinó por el sólo hecho de ser quienes eran.
Catástrofes medio ambientales a consecuencia de megaproyectos, los que también son los causantes de que la salud de pueblos enteros se vea afectada. La minería ocasiona también estragos en los ecosistemas. Para citar un ejemplo la quema de un solo gramo de mercurio afecta 200 mt2, ¿por cuánto habría que multiplicar para evaluar el daño en el ecosistema? Además, la industria y la minería son responsables mayoritariamente de la contaminación del agua. El uso de agrotóxicos en la agricultura causa enfermedades (como cáncer) que pueden ocasionar la muerte. Para citar un ejemplo, el 70 % de los alimentos que se consumen en Brasil están contaminados.
Los femicidios van en aumento y también los embarazos de niñas y adolescentes, en su mayoría productos de violaciones. Niñas y adolescentes obligadas a una maternidad no deseada por leyes estrictas que prohíben el aborto, aún en casos de violación o de peligro para la vida de la madre. En Misiones (Argentina) 198 niñas menores de 14 años han sido madres en 2018. Y en México el embarazo adolescente se triplicó en los últimos 12 años. Embarazos a edad temprana que son una barrera para que esas niñas-madres pueden ejercer a pleno sus derechos en el futuro.
La población que vive bajo la línea de la pobreza sigue aumentando pero el pueblo se ha levantado en varios países para protestar por el ahogo económico en el que está obligado a vivir. Y se lo reprime y criminaliza. Las protestas, sin embargo, continúan. Y esos pueblos valientes que se organizan y exigen el respeto de sus derechos son una luz de esperanza. Sí, América Latina está convulsionada pero se moviliza para exigir a los gobernantes el pleno ejercicio de sus derechos como ciudadanos.
Este año ha cambiado el gobierno de Brasil y en Bolivia se instaló un gobierno de facto. En ambos países se va normalizando un discurso oficial racista, y se toman medidas para poner fin a los logros de los anteriores gobiernos populares. Y, por supuesto, se reprime a la ciudadanía.
Las elecciones presidenciales en Argentina son una luz de esperanza ya que el programa de gobierno se plantea privilegiar a los que menos tienen, es decir, al 40,8 % de sus habitantes. Desde aquí deseamos que pueda realmente lograr una sociedad más equitativa.
Desde LatiCe seguimos el acontecer en Latinoamérica y condenamos la represión, los asesinatos, los daños causados al medio ambiente y la falta de una legislación relativa al aborto libre. Y vamos a continuar informando sobre la movilización de los valientes pueblos de Chile, Colombia, Haití y Ecuador porque son la esperanza de un futuro mejor.
En 2020 continuaremos informando a través de nuestra revista y nuestros dossiers temáticos. Vamos a iniciar el 2020 con la presentación de nuestro documental «Las olvidadas» y una publicación sobre las mujeres privadas de libertad en Latinoamérica.
Seguiremos de cerca el trabajo de la Fundación Logros en Baltazar Brum (Uruguay) y de nuestras organizaciones amigas en RAAN (Nicaragua)
LatiCe va a seguir caminando en pos de la utopía. En 2020 vamos a seguir apoyando a Hormigón Armado (La Paz-Bolivia) para que se fortalezca como colectivo ahora que ya tienen la personería jurídica y puedan obtener logros para todos sus miembros. Y para que las mujeres-madres continúen formándose en repostería y en un futuro próximo puedan ejercer a pleno sus DESC. Y apoyando a sus hijos e hijas en sus estudios para que su rendimiento escolar mejore y tengan un futuro con opciones, en lo personal y en lo profesional.
Brindamos por un 2020 en el que se logre un avance en el empoderamiento de los grupos vulnerables, en el que disminuya el racismo, la aporofobia y la homofobia. Porque los políticos y los sistemas de justicia entiendan que las niñas son y deben ser niñas y, de ninguna manera, madres. Y que las mujeres tengan derecho a decidir sobre su cuerpo. Brindamos por una sociedad justa y equitativa en la que todos los ciudadanos y ciudadanas gocen de iguales derechos y puedan vivir en forma digna. ¡Salud!