Como en tantas partes del mundo
Uruguay. La Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas de Uruguay denunció ante la Comisión para la Gestión del Riesgo (CGR) y los integrantes del Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBio) la contaminación de maíces criollos de la zona de Quebrada de los Cuervos, departamento de Treinta y Tres.
En una nota enviada el 11 de octubre, la Red de Semillas solicitó además a esas instancias que tomen las medidas necesarias para garantizar el derecho de todo agricultor a optar por producir cultivos no-transgénicos (en este caso maíz). Mandó también un listado de productores de ese cultivo interesados en mantener la identidad no transgénica de su producción.
La nota instó a las autoridades a tomar las medidas necesarias para evitar que el maíz se siga contaminando con transgenes que son propiedad de empresas como Monsanto, Syngenta, Dow-Pionner y Bayer, todas transnacionales.
Ayer, en el Día Mundial de la Soberanía Alimentaria, la organización ecologista REDES - Amigos de la Tierra Uruguay alertó mediante un comunicado de prensa sobre los nuevos casos de contaminación transgénica en el país, luego de los denunciados en 2009, y manifestó su profunda preocupación.
Cada 16 de octubre las organizaciones campesinas y numerosísimas organizaciones sociales de diversas partes del mundo celebran el Día Mundial de la Soberanía Alimentaria. Esa demanda política, levantada por primera vez por la Vía Campesina (red de organizaciones campesinas de todos los continentes) en 1996, reivindica el derecho de los pueblos a elegir qué alimentos producir, de qué manera y cómo comercializarlos, teniendo en cuenta las realidades culturales y productivas de cada país y región.
La Cooperativa GRANECO en Uruguay desarrolla un proyecto de producción de granos no genéticamente modificados, que cuenta con el apoyo de la Unidad de Montevideo Rural de la Intendencia de Montevideo (gobierno de esa ciudad, capital del país) y de la Dirección.
General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). A pedido de esa cooperativa, investigadores de la Facultad de Química de la Universidad de la República analizaron muestras de semillas de maíz criollo que serían utilizadas en ese emprendimiento.
Esto se concretó a través de un convenio que REDES - AT tiene con esa Facultad. Entre las muestras analizadas se detectó contaminación en semillas de maíz criollo procedentes de la zona de Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres. En las muestras contaminadas se detectó la presencia de la proteína Cry1Ab, la cual es producida por maíces transgénicos del tipo BT.
En octubre de 2009, una investigación realizada por las facultades de Agronomía, Química y Ciencias de la Universidad de la República, solicitada por REDES - AT, había constatado la contaminación transgénica en el país en cultivos de maíz no modificado genéticamente. En aquella oportunidad tres de los cinco casos estudiados con muestras de maizales de varios campos de Uruguay presentaron contaminación.
La Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas está conformada por 160 emprendimientos familiares que involucran a más de 250 productores y productoras distribuidos en los diversos departamentos de Uruguay. Se conformó en 2004 a iniciativa de la Asociación de Productores Orgánicos del Uruguay (APODU) y REDES - AT, con la participación de la Facultad de Agronomía a través del Centro Regional Sur. En 2006 esta iniciativa fue declarada de Interés Ministerial por parte del MGAP.
Uruguay es signatario de acuerdos internacionales por los cuales debe proteger los recursos genéticos del país. El rescate, revalorización y mantenimiento de los recursos fitogenéticos y la necesidad de contar con semillas criollas de calidad son las principales motivaciones de la Red de Semillas. En agosto la Red realizó una convocatoria abierta a productores de maíz no genéticamente modificado a manifestar su interés en mantener la identidad no transgénica de sus maíces. Como resultado de ese llamamiento se conformó una lista con más de 50 productores interesados.
El Decreto Presidencial 353/008 que rige sobre la regulación de cultivos transgénicos establece como política a llevar adelante por el Estado la "coexistencia regulada", es decir, establecer los mecanismos que garanticen el derecho de los agricultores a producir cultivos GM o no-GM. Cinco años después no existe ninguna resolución de la autoridad competente (el GNBio) que establezca medidas en ese sentido. Es más, las resoluciones del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente 276/2003 y 292/2004, que establecían una distancia de 250 metros entre cultivos de maíz GM y no-GM para los eventos de maíces transgénicos MON810 (Monsanto) y BT11 (Syngenta) respectivamente, fueron derogadas por el GNBio el año pasado.
REDES - AT exhortó en su comunicado de prensa a las autoridades competentes a que implementen las medidas necesarias para evitar que el maíz criollo uruguayo se siga contaminando.
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