San Luis fumigado. Comunicado Campesinos del Valle del Conlara
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Argentina. "Somos familias campesinas, y fuimos fumigadas con agroquímicos cinco veces en menos de un mes. Desde la Asociación Campesinos del Valle del Conlara presentamos ante la Justicia un amparo ambiental para protegernos de las fumigaciones con agrotóxicos que realizan productores de soja y maíz."
Somos familias campesinas, y fuimos fumigadas con agroquímicos cinco veces en menos de un mes. Niños y adultos intoxicados. Amparo ambiental para proteger la salud y la naturaleza.
Desde la Asociación Campesinos del Valle del Conlara presentamos ante la Justicia un amparo ambiental para protegernos de las fumigaciones con agrotóxicos que realizan productores de soja y maíz. Presentado ante el juzgado Civil, Comercial, Minas y Laboral de Concarán, a cargo de la jueza Claudia Uccello de Melino, el amparo ambiental solicita priorizar la salud de los habitantes del paraje Santa Martina.
El 18 de octubre a las 17 horas fumigaron en un campo de soja y maíz, con viento norte, en dirección a las viviendas rurales. Estábamos de reunión, y empezamos a vernos afectados por el veneno: dolores de cabeza, irritación de ojos, picazón en gargantas. Los niños tosían y lloraban por las molestias. Hicimos la denuncia en la Comisaría de Concarán y fuimos al médico, que confirmó la intoxicación por agroquímicos.
Una semana después, el 25 de octubre a las 5:20 de la mañana, otra vez con viento norte, volvieron a fumigar sobre nuestras casas. Nuevamente el 2 de noviembre (21:10 hs), el 5 de noviembre (19 horas) y ayer, 14 de noviembre (19 horas).
Por la ley de agroquímicos provincial hay un vacío que permite a los empresarios fumigarnos sin ninguna distancia de seguridad a nuestras casas, a diferencia de las distancias que se marcan a los centros urbanos, que a veces tampoco se respetan.
Pero sí nos amparan los artículos 41 y 43 de la Constitución Nacional, los artículos 45 y 48 de la Constitución Provincial, Ley de Acción de Amparo de la Provincia de San Luis Nº IV-0574-2007, y la Ley General de Ambiente N° 25675, además de los pactos internacionales a los que Argentina adhirió. Por esto elegimos la opción de hacerlos valer por medio de la presentación de un amparo ambiental.
El amparo hace énfasis en el derecho al ambiente sano, a la salud y a la vida, para que se respete el derecho a vivir en el campo, como lo hacemos la mayoría de las familias, hace muchas generaciones.
Afirmamos, esta vez formalmente y ante la Justicia, que la agricultura industrial (con sus desmontes, fumigaciones, monocultivo transgénico, concentración y extranjerización económica, degradación y contaminación de los recursos) atenta contra la vida de las comunidades rurales y contra la soberanía alimentaria de toda la sociedad.
Hoy más que nunca manifestamos públicamente que el campesinado es un sector productivo que tiene mucho para enseñarle a la sociedad mayor, y que hay mucha experiencia acumulada en muchas partes del país, en los muchos años de discriminación desde el Estado y parte de la sociedad, en los muchos años de conflictos con el modelo de los agronegocios, que no respeta nuestros derechos.
Necesitamos que quede claro que luchamos por más oportunidades para desarrollar mucho más la agricultura campesina, para avanzar mucho más en las producciones para el pueblo, con el monte, sin venenos y sin patrones.
Necesitamos en este momento el apoyo de todos los amigos queridos que hemos conocido en todos estos años y de todas las organizaciones: las campesinas, ambientales, de derechos humanos, estudiantiles, sindicales, culturales, los medios de comunicación, profesionales e intelectuales, y todos los que quieran sumarse a esta lucha que es nuestra y es de todos.
Nuestros cuerpos, nuestros bosques, nuestra agua y nuestra tierra no pueden ser miradas por los empresarios como sus costos de producción, de una producción que contamina, envenena y concentra. Y el Estado no puede seguir mirando para otro lado.
Estamos en alerta por cómo avanza nuestro amparo judicial, y volveremos a comunicar los avances en los próximos días.
No a los desmontes. No a las fumigaciones. No a la concentración del agua y de la tierra.
Alimento sano para todos. ¡Viva la producción y la vida campesina, con nuestras semillas, con el monte, sin venenos y sin patrones!
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