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Instituto de Estudios de la Mujer
"Norma Virginia Guirola de Herrera"
CEMUJER

El diálogo y la concertación, premisa basica para un nuevo El Salvador

Fortalecer el estado de derecho, significa democratizar la sociedad y ésto no puede darse sin la participación de todas y de todos, desde cada espacio que cada grupo establezca como opción. Sin embargo, para ello es preciso no temerle a los cambios de pensamiento y acción en cuanto a lo que parece normal, correcto y factible políticamente. Es urgente intercambiar opiniones y desencadenar procesos que nos permitan superar la semántica política tradicional, a fin de dotar de nuevo significado, conceptos fundamentales como participación ciudadana y democracia.

Se trata de decidir sobre el futuro de El Salvador en su incipiente vida democrática, se trata del bienestar general, del proyecto humano, del destino de cada sujeto y sujeta y de cada familia, lo cual ineluctablemente involucra una participación conjunta de mujeres y hombres en la construcción de una nueva convivencia.

Esa es la forma en que concebimos los procesos democráticos, puesto que toda sociedad que aspira a promover dicho modelo, debe tener un reconocimiento consciente de la diversidad, sin sujetarse a modelos preestablecidos, para ello es necesaria la búsqueda de la cohesión social que construya consensos básicos sin que ello consista en la pérdida de la identidad, la autonomía y la creatividad.

Reconocer que El Salvador se encuentra sumergido en una crisis socioeconómica, política y cultural no significa que todo esté perdido y que nos encontramos atrapadas y atrapados, sin salida…. por el contrario, tenemos ante si el reto, el compromiso más grande y hermoso de nuestras vidas: Consolidar la Paz Social que tanto anhelamos y, consolidar la Paz Social que tanto anhelamos, implica, deponer la cultura de la violencia para cultivar la Cultura del Diálogo y la Concertación, a fin de cimentar las bases de un nuevo El Salvador más comprometido por el respeto de la dignidad humana ante lo cual, los institutos políticos deben tener la capacidad de recoger las distintas demandas sociales que se les presenten, prevaleciendo el respeto mutuo en dicha interacción.

Asimismo, deberán promover la cultura cívica como una dimensión de la acción colectiva a través del respeto por la manifestación responsable de la ciudadanía, lo cual constituye una premisa fundamental para la transformación de la sociedad.

No busquemos fantasmas donde no existen y no caigamos en una cacería de brujas que pueda llevarnos a más dolor y a exacerbar los ánimos. Sabemos que la violencia, es el mal común que nos persigue con incansable insistencia, fortaleciendo la intolerancia a las ideas, el irrespeto y el odio incontenible, la mentira ….la pérdida de valores.

Busquemos el debate productivo que tendrá que ser orientado a la discusión de otras formas de hacer política que no sean excluyentes ni verticalistas a la formación de nuevos liderazgos, capaces de generar alternativas no polarizantes y de crear en la ciudadanía un espíritu crítico y reflexivo. Solamente así, desechando las barreras mentales que tradicionalmente han caracterizado el accionar político, podremos decir con propiedad que El Salvador se enrumba hacia un verdadero proceso de Reconstrucción Nacional.

Hoy como ayer, reiteramos nuestra vocación y compromiso hacia el respeto de los derechos humanos haciendo un llamado a quienes conformamos esta nación, a fin de generar un cambio de actitudes en los planos individual y social que trastoque los esquemas de conducta tradicionales y produzcan un giro a favor de la Paz para nuestro martirizado Pueblo.

Cierto, nuestro pueblo tiene hambre y sed, pero no de sangre sino de justicia. Estamos seguras que nadie que se encuentre en su sano juicio, desea en lo mínimo volver atrás.

"Tenemos ante si el reto, el compromiso más grande y hermoso de nuestras vidas: Consolidar la Paz Social que tanto anhelamos y consolidar la Paz Social que tanto anhelamos, implica, deponer la cultura de la violencia para cultivar la Cultura del Diálogo y la Concertación, a fin de cimentar las bases de un nuevo El Salvador más comprometido por el respeto de la dignidad humana".

San Salvador, Casa Morada de la Mujer, Año 2008



Publicado: octubre 2008

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