Un feminismo útil para la lucha de los pueblos
Feminismo Comunitario
Foto: izq. Julieta Paredes, derecha Adriana Guzmán
El feminismo comunitario fue parido en Bolivia dentro del proceso de cambio llevado adelante por un pueblo que quiere vivir con dignidad, un pueblo que está cuestionando al sistema patriarcal, capitalista, neoliberal, colonial, transnacional, un pueblo comprometido con la despatriarcalización, la descolonización y la autonomía.
El feminismo comunitario no es una teoría, es una acción política que se nombra, pero por supuesto hemos aprendido que además de luchar por el territorio, además de luchar en las calles, hay que luchar en el territorio de las palabras, hay que disputar la hegemonía de los sentidos y significados del pensamiento eurocéntrico, y consecuentes con esa lucha nos llamamos feministas y construimos nuestros propios conceptos, como un acto de autonomía epistemológica. El feminismo comunitario hoy es un movimiento en Abya Yala que articula a hermanas de Argentina, Chile, Bolivia y México, es entonces una herramienta de articulación y lucha.
Desde este feminismo que construimos cada día, creemos que no se puede hablar de un movimiento feminista en América Latina y el Caribe, sí de colectivos, organizaciones, académicas y “estudiosas” que no han logrado articularse pues siguen construyendo desde un feminismo colonizado y colonizante, sobre categorías insuficientes y fragmentadas, haciendo luchas temáticas, por los derechos, por la diversidad, por la inclusión, alejándose de la lucha contra el sistema, hablamos de un feminismo que al dejar de nombrar y de ver al patriarcado, o al reducirlo a la relación de los hombres hacia las mujeres, ha perdido la perspectiva revolucionaria y se ha vuelto funcional a éste.
Estableciendo que no hay un movimiento feminista, hecho que hemos constatado en el XIII Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe EFLAC, realizado en Perú en noviembre del 2014 desde la institucionalidad de las ONGs, al cual asistimos presenciando la carencia no solo de propuestas si no de rebeldía y capacidad de soñar, creemos que es posible identificar algunos de los desafíos que hoy convocan a las feministas que decidan asumir la responsabilidad política de luchar contra el sistema patriarcal.
Descolonizar el feminismo
Para el feminismo comunitario el feminismo es la lucha de cualquier mujer, en cualquier parte del mundo, en cualquier tiempo de la historia, que lucha, se rebela y propone ante un patriarcado que la oprime o que pretende oprimirla. Entonces, descolonizar el feminismo es dejar de pensar desde los parámetros y categorías del feminismo eurocéntrico, porque han demostrado ser insuficientes y se han encerrado en un sistema de derechos que en realidad encubre los privilegios de unas y unos pocos frente a las opresiones de las mayorías. Descolonizar el feminismo es dejar de pensar desde la dicotomía del colonizador y el colonizado, es dejar de asumir el tiempo como lineal y el pensamiento como superador de las luchas, la clase como explicación suficiente y la posmodernidad como proyecto político.
Descolonizar el feminismo es volver a mirar al patriarcado en su complejidad, para el feminismo comunitario el patriarcado es el sistema de todas las opresiones, no es un sistema más, es el sistema que oprime a la humanidad (mujeres, hombres y personas intersexuales) y a la naturaleza, construido históricamente y todos los días sobre el cuerpo de las mujeres. Descolonizar el feminismo, ha sido para nosotras pensarnos frente al patriarcado, recuperando la memoria larga de nuestros pueblos aymaras, huicholes, quechuas, mapuches, tzotziles, tzeltales, para construir un proyecto político de sociedad y de mundo, la comunidad y la comunidad de comunidades.
Un desafío para el feminismo es dejar de dar solamente cuenta de las opresiones, no basta un feminismo de las explicaciones, hay que proponer y construir un proyecto político, esto implica reconocer que ser negra, ser lesbiana, ser joven, ser indígena, es una posición política pero no un proyecto político de mundo, que es lo que los pueblos en lucha demandamos hoy.
Superar sus categorías y las formas sectarias de sus luchas
No podemos seguir asumiendo que el feminismo se reduce a la equidad de género, a la igualdad, a la diferencia o a la lucha por los derechos, cuando los pueblos en América Latina y el Caribe luchan por otra forma de vida, en Bolivia por el vivir bien. Superar las categorías del feminismo que ven la realidad segmentada y nos asumen a las mujeres como un tema entre tantos temas, un sector entre tantos sectores, que quiere incluirse en el sistema, es otro desafío. Esto implica entonces superar la visión de gueto, de superioridad, de lucha desarticulada de la lucha de los pueblos, que han asumido las feministas.
Solo en la lucha con nuestros pueblos podemos aportar a visibilizar al patriarcado como el sistema de opresiones, hay que poner el cuerpo y no conformarnos con el colectivo, el performance o la academia.
Un feminismo útil para la lucha de los pueblos
Todo esto tiene que ver con el desafío mayor, construir un feminismo útil para la lucha de pueblos de los que somos parte , que reposiciona la discusión sobre el aborto en el campo de la autonomía y la descolonización del cuerpo y la sexualidad, que desmonta la maternidad en esclavitud y soledad con la crianza comunitaria como responsabilidad con la vida, un feminismo que reconociendo en el trabajo impago de las mujeres en el hogar, la constitución misma del capitalismo construya un modelo económico que no redite la explotación de nadie ni de la naturaleza, que construye modelos de recuperación de los recursos, circulación de los productos y convivencia con la naturaleza para vivir bien.
El feminismo comunitario ha encarado estos desafíos, hablamos desde un feminismo descolonizado, hemos construido conceptos, categorías y acciones útiles para desmontar el patriarcado, y tenemos como propuesta la comunidad, como forma de vida que se construye cada día y que es a la vez la forma de garantizar que el patriarcado no se recicle. Desde este camino y sabiendo que es necesario hacer un movimiento feminista regional y mundial convocamos al Primer Encuentro de Feminismo desde los Pueblos que se realizará en Bolivia el 2016, porque no hemos dejado de soñar y porque sabemos que los sueños se construyen cada día en comunidad.
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