Proyectos Culturales (II)
Nosotros, desde la sociedad civil, múltiple y diversa, accedemos a la información, a las ideas, a los proyectos y construimos formas autogestionarias que permitan circular nuestras ideas para ser escuchadas.
Uno de los ejes hacia la participación, hacia la descentralización y hacia una mayor transparencia, presencia y control popular, es la circulación de ideas y propuestas, con la horizontalidad que requiera la construcción hoy de nuevas formas de poder popular. Se trata de ver cómo nosotros, desde la sociedad civil, múltiple y diversa, accedemos a la información, a las ideas, a los proyectos y construimos formas autogestionarias que permitan circular nuestras ideas para ser escuchadas.
Debemos tender a que, en un futuro próximo, esos ámbitos de participación popular decidan, hagan, evalúen y corrijan políticas concretas, siempre en el marco de la articulación de los gobiernos departamentales y el gobierno nacional con nosotros, interviniendo activamente. El presupuesto participativo es un buen ejemplo. Hay que avanzar. Para eso proponemos alentar la prensa oral y escrita en cada barrio, en cada comunidad que tenga realidades comunes (por ejemplo, los complejos habitacionales). Los periódicos barriales deben trascender la mera difusión de propaganda de los negocios de la zona, función a la que pueden estar restringidos algunos de ellos, para ampliar sus páginas a los artículos de los vecinos, la difusión de las noticias locales, la promoción de ideas y propuestas para el entorno, la ciudad y el país. Hay muchos medios de prensa barriales. Proponemos trabajar para hacer un encuentro de los mismos y buscar territorios comunes en sus publicaciones.
También debemos alentar las radios comunitarias cuyos alcances de onda pueden llegar a importantes áreas de la población. Imaginemos por un momento la función que puede cumplir una radio comunitaria para la difusión de las noticias que no aparecen en los grandes medios, pero que son las noticias de la zona, del poblado, de la villa. Nosotros tenemos que crear nuestro circuito, nuestra cadena alternativa. Para eso tiene que operar eficientemente la estructura departamental y nacional. Las direcciones de cultura deben incorporar estos temas, las oficinas de prensa también, Canal 5 y TV Ciudad también. Pero hay más. Esta cultura periodística deberíamos incentivarla desde los niños. Imaginemos la función extraordinaria que cumpliría un periódico de clase o de escuela. No estoy hablando de imprimir nada. Alcanzaría con una cartelera donde los niños investiguen y produzcan las noticias, los comentarios, la sección cultura, los reportajes, los entretenimientos, los editoriales acerca de temas de la escuela, del barrio, de la ciudad, del mundo. El niño vería el mundo con un ojo crítico, analítico, reflexivo, de investigación, para luego poder expresarlo en el periódico con sus escritos, sus dibujos, sus fotos (celulares y XO), abriendo un amplio espacio para la escritura, la lectura y los conocimientos. Pensemos en una radio en la escuela.
No es tan difícil. Alcanzaría con parlantes de computadora por clase para que los niños transmitieran sus noticias, sus comentarios, sus entretenimientos, por circuito cerrado, haciendo de la radio un instrumento de participación de los niños en su propia educación, convirtiéndolos en protagonistas del quehacer escolar o lineal. Hay experiencias sobre esto. Aprendamos de ellas.
En este marco veo visitas a diarios y a radios, visitas de periodistas en los centros de estudio, análisis crítico de los niños sobre los grandes medios de comunicación, construyendo nuevos instrumentos, los propios, los colectivos, sobre la base de que la información y el acceso a los medios es un derecho universal y un pilar esencial de la construcción de la cultura de un pueblo.
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