Hebe y lo real en lo social
Argentina. Una jornada inolvidable se vive hoy en nuestro país. Un juez pretendió llevarse detenida a la presidenta de las madres de Plaza de Mayo, el mayor símbolo de la lucha y resistencia contra el terrorismo de estado que asoló a nuestro país hace décadas, pero cuyos efectos continúan presentes habida cuenta de los 30000 desaparecidos que la dictadura cívico militar secuestró durante su ignominiosa gestión.
Lo cierto es que el juez de la nación no pudo cumplir su cometido, se lo impidió la gente, la indignación y el clamor popular. ¿Por qué este mismo pueblo que viene tolerando un atropello fenomenal a manos del actual gobierno se aglutina de manera espontánea para defender a Hebe? ¿Por qué la enorme estafa electoral que Mauricio Macri encarna con sus tarifazos, sus atropellos a la institucionalidad, la persecución a militantes y la flagrante corrupción de la que sus cuentas off shore constituyen tan solo una pequeña muestra, no lograban una expresión popular como la que ha se ha dado esta tarde por una vieja de ochenta años?
Son muchos los que piensan que el terrorismo de estado encarna un punto de no retorno para una comunidad, ese punto tras el cual nada es igual, el mismo que le hizo decir a Adorno que después de Auschwitz no se podía escribir poesía, el mismo que le hizo decir a Lacan que el campo de concentración constituye lo real de una sociedad, el mismo por el cual filósofos como Zizek hablan de un Mal absoluto, incluso un paso más allá de esa banalidad que Hanna Arendt supo describir de manera genial.
Quizás algo tocó fondo, con las madres no se jode. No se jode con quien encarna la lucha por memoria y justicia, con lo real no se jode.
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