México: Comunicado Manu Chao
"La decisión de no cantar en la Rambla fue mía para evitar cualquier posibilidad de desbordamiento violento en caso de que las autoridades tuvieran intención de venir a por mí durante el acto". Ayer al despertarme se me informó que el gobierno mexicano está investigando mis declaraciones en rueda de prensa en el Festival Internacional de Cine de la ciudad de Guadalajara.
Declaraciones refiriéndose al operativo policial realizado en mayo de 2006 en la localidad de San Salvador Atenco. Ese operativo dejó dos muertos, más de 200 detenidos y varias denuncias de ultraje sexual de mujeres por parte de policías. Hoy en día siguen en la cárcel 12 personas con condenas absurdas de 31 a 112 años. Sin duda alguna yo me revindico como uno más de toda esa gente que milita para su liberación intentando así acabar con parte de toda esa clamorosa injusticia.
Poco a poco en el día nos llego la información sobre la posibilidad de una orden de verificación migratoria sobre mi persona, y que podría derivar en cualquier momento en mi expulsión inmediata del país sin previo juicio. Ayer a noche en la Rambla de Catalunya de Guadalajara se proyectaba al aire libre y con libre ingreso la película LT22 Radio La Colifata de Carlos Larrondo en el contexto de la sección Cinelandia que el festival de cine me invitó a liderar.
Como ya de costumbre existía la probabilidad que cantara unos temas después de la proyección como ocurrió durante el festival en el Instituto Cabañas a lo largo del ciclo Cinelandia. Me parece importante señalar que esos palomazos informales nunca fueron parte de la programación oficial del evento y son ofrecidos sin ningún ánimo de lucro a los amantes de cine que vinieron a disfrutar de las películas seleccionadas.
La decisión de no cantar en la Rambla Catalunya este último jueves fue expresamente mía. La tomé para evitar cualquier posibilidad de desbordamiento violento en caso de que las autoridades tuvieran intención de venir a por mí durante el acto. Lo que podría haber generado un enfrentamiento entre policía y público.
Consciente que en esa velada podían asistir niños y miles de personas, no quise tomar el riesgo de que se transformase esa fiesta cultural en algo incontrolable y penoso para los presentes. La razón primordial de mi decisión fue ésa. Y ninguna otra. Aquí mismo me disculpo a toda la gente que acudió al acto y se quedó sin esos temitas rumberos después de la película. Espero que entiendan mi decisión y la valoren en el contexto.
Siempre atento.
Manu Chao
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