Represalias a la sombra de la crisis financiera
LatiCe
Traductora de LatiCe: Claudia García
Foto: Nico de Santillán
Argentina. "Nosotras fuimos atacados por ser acusados de terroristas. Nuestros hijos fueron asesinados por ser acusados de terroristas", dijo la representante de las Madres de Plaza de Mayo y, luego, pidió a los parlamentarios que "aclaren algunas cosas" del texto votado la semana pasada.
El 2011 va a ser recordado como el año en que se dio la seguidilla de revoluciones en el Norte de África y en el Oriente Medio. Lamentablemente es, a la sombra de estos sucesos, que las llamadas "democracias" han avanzado sus posiciones en detrimento del pueblo. Pudimos ver que pasaría ya durante el verano, entonces (la última semana de agosto) estaba yo en Atenas, que en esos momentos estaba tranquila. La mayor parte de la gente andaba de vacaciones en las numerosas y bellísimas islas que están esparcidas alrededor de Grecia. Durante las conversaciones que mantuve con los activistas de una plaza ocupada salieron a relucir el temor de estos ante lo que estaba por venir. Aprovechando los meses de vacaciones y que los atenienses estaban de vacaciones, el estado griego realizó un cambio legislativo que le permite a la policía hacer allanamientos, sin que sea necesario que un fiscal se encuentre presente. Esto era muy preocupante, según mis informantes. Debo admitir que a mí también me preocupó bastante. La razón es que la policía griega es famosa por su corrupción y brutalidad. Presentí tiempos oscuros para los activistas griegos. Al mismo tiempo, se iniciaron las revueltas en Inglaterra. Para aquellos que participaron en estos levantamientos los castigos han sido severos, se los ha condenado a penas cuatro veces mayores que la pena usual por delitos similares. Cameron salió rápidamente a condenar a los activistas a los que consideró criminales. Advirtió que en el futuro podría ser desplegarse a los militares para reprimir sucesos similares.
Diciembre de 2011 fue el año en que se detuvo el proceso democrático, tanto Chile como en Argentina. En la década de los 70 sufrieron ambos países terribles dictaduras que ocasionaron la desaparición de miles de personas. Y los que acabaron por aparecer lo hicieron o bien asesinados y/o torturados. Durante un tiempo ambos países han luchado por reconstruir su imagen como "país occidental" democrático con valores "modernos". Todo ello tuvo un final abrupto en Argentina hace un par de días y en Chile durante la semana de la navidad. Voy a enfocar en Argentina, ya que yo me encuentro en estos momentos en Buenos Aires.
La semana pasada mientras caminaba por las calles de Buenos Aires vi todas las fotos que estaban frente a la Casa Rosada (la casa de gobierno). En esas imágenes se veían las revueltas del 2001 que obligaron al presidente de la Rúa a renunciar. Nunca antes había visto un poder estatal que tan fuertemente tratase de relacionarse con el poder popular. La actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, es la esposa del presidente que asumió en el 2003. Desde hace tiempo los Kirchner quisieron verse asociados a la sociedad moderna y, en especial, a la defensa de los derechos humanos. Lo cierto es que durante este período se retomaron los juicios a los miembros de las juntas militares. Es también cierto que, durante este período, las cuestiones relacionadas a los derechos del grupo LGBT tuvieron prioridad, lo que llevó a que se legislase a favor del matrimonio igualitario. Ayer, sin embargo, finalmente se rompió la fachada que Cristina siempre había tratado de mantener. Ayer salió a relucir su verdadera cara al votarse a favor de una nueva ley antiterrorista, ley que no es más que una herramienta para represalias que el Estado podría utilizar arbitrariamente.
Las represalias y la represión ya comenzaron en Santa Cruz, hoy mismo se les disparó a los manifestantes con balas de goma. Desgraciadamente, esto es sólo el comienzo. El cambio legislativo que se realizó amplía la ley terrorista. Según la nueva Ley antiterrorismo aquellas personas que participen en manifestaciones, huelgas e, incluso, aquellos que por miedo vacíen sus cuentas de ahorro pueden ser condenados por delitos terroristas. La pena por estos actos puede ser de hasta 15 años de prisión. ¿Por qué esta ley? Puede sonar raro para nosotros en Suecia que exista una ley que castigue a la gente que quiere retirar sus ahorros del banco pero el colapso económico que sufrió la Argentino se debió precisamente a ello. Muchos fueron los argentinos que trataron de retirar sus ahorros durante la crisis del 2011 lo que llevó al colapso del sistema bancario. La verdad es, sin embargo, que los bancos ya habían sido vaciados en esos momentos. Aquellos que tenían cantidad de bienes ya había transferido sus activos a los bancos extranjeros. Pero el pánico que siguió, cuando la gente no fue capaz de recuperar su dinero, fue el desencadenante de los disturbios que siguieron.
Foto: Nico de Santillán
Perro con un cartel que dice terrorista
Cristina es muy consciente de la importancia del sector empresarial en la economía. Ella siempre ha permitido que las corporaciones multinacionales utilicen la fuerza laboral de su país. Ahora, los sindicatos comienzan a despertar y a pararse fuerte. La respuesta inmediata se encuentra en la nueva ley antiterrorista. Una interpretación libre de ésta es que se permitiría enjuiciar por terroristas tanto a los huelguistas como a los que participasen en protestas populares. Mientras que los medios pueden ser procesados por los delitos de terrorismo si difunden información que pueda ser capaz de crear pánico. Si los medios de comunicación, por ejemplo, escriben sobre la crisis financiera, el desempleo o la inflación, bajo la nueva ley podría ser objeto de enjuiciamiento. Esto son sólo algunos ejemplos de cómo se pueden limitar la tarea informativa de los medios.
Este país tiene una inflación terrible y hay desocupación. Cristina trata de ocultar y negar ambas. Cuando el gobierno evalúa la tasa de desempleo no tiene en cuenta a aquellos que realizan diversas tareas cotidianas, ni tampoco a aquellos que buscan entre la basura cartones que vender para reciclar, ni a los que reciben la indemnización estatal, ni a los estudiantes, etc. La lista de los que no se consideran desempleados es bien larga. Desde el gobierno se niega que haya inflación. Sin embargo, no hay que ser ningún genio de las matemáticas para darse cuenta de la enorme inflación. Cuando estuve en Argentina en 2007 un peso valía 2,2 coronas hoy 1.7. En otras palabras, todo debería ser mucho más barato pero no es así. Antes podía comer el plato del día por 22 - 25 pesos mientras que hoy el mismo almuerzo cuesta entre 40-50 pesos. Así es con todo. Lo que debería haber sido mucho más barato, de hecho, es cada vez más caro.
Pero, ¿a qué se debe esta ley ahora? Hay dos motivos de que sea precisamente ahora. En primer lugar es el feriado de navidad y muchos han dejado Buenos Aires para festejar en otros lugares, lo que implica que hay menos gente que pueda protestar. No es casualidad que en Chile también se aprobara la ley durante las vacaciones, cuando es más difícil movilizar a las masas. La segunda razón es que la crisis apenas ha comenzado en la Argentina. Esto lo sabe el gobierno así como también sabe por experiencia lo que puede causar un pueblo descontento. El gobierno argentino tiene miedo de que la historia se repita. Temen que el poder del pueblo se imponga al estado. Les gusta jugar a ser populares, pero en realidad le temen al pueblo. Hoy vi como miles de personas se juntaban para protestar por la nueva ley. Vi aquello que teme el estado. Pese a que son vacaciones. Y pese a que la nueva ley sólo lleva 48 horas. Así que he visto filas tras filas de activistas que se niegan a permitir que Argentina vuelva a ser un estado autoritario. Escuché a las "Madres de Plaza de Mayo" condenar este acto. Vi como, poco a poco, se derrumbaba la fachada popular que este gobierno había construido. Comprendo al gobierno. Comprendo que le tienen miedo al pueblo pero que ello es parte de lo que implica ser una democracia. Si se quiere ser un gobierno del pueblo hay que aceptar que debe ser el pueblo quien gobierne. El estado argentino no quiere reconocerlo y utiliza métodos que recuerdan a los que utiliza China con los disidentes. Todos los que no se mantienen en silencio y obedecen son acusados de delitos terroristas.
Cuando me alejo de la manifestación lo hago por una de las calles más comerciales de Buenos Aires. En la puerta de una cadena multinacional hay un sindicato que se está manifestando por los salarios miserables que pagan a sus trabajadores, 2.200 pesos por nueve horas de trabajo, seis días a la semana. En otras palabras, 3.740 coronas al mes por semana de trabajo de 54 horas. Por esos sueldos bajos están protestando y en un futuro próximo una protesta similar podría dar lugar a 15 años de prisión. Esta es la nueva democracia. Este es el resultado de la crisis financiera. Un pueblo que sufre y al que también se lo castiga cuando protesta. Un estado que aumenta su opresión y sus represalias con la esperanza de poder utilizar a su población aún más. Miro a los que protestan porque quieren que se les aumente sus pobres salarios y se me rompe el corazón. Estas personas no son ni siquiera las personas más vulnerables. Entonces me acuerdo de lo que se dijo en la manifestación de hoy "esto es sólo el principio!" y, nuevamente, recupero la esperanza.
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