La organización barrial Tupac Amaru: Queremos trabajo, educación, salud y una vida digna
LatiCe
Traductora de LatiCe: Claudia García
Foto: Susana Luna
Susana Luna asegura que Jujuy es la única ciudad de todo el país en
la que no se ven niños mendigando.
La élite de los periodistas de Buenos Aires viajó a Jujuy, en el Norte de Argentina, para informar sobre un supuesto caso de agresión a un miembro del congreso al que, según se rumoreaba, le habían tirado huevos. En lugar de la situación violenta que esperaban encontraron casas y escuelas recién construidas, guarderías, fábricas, centros sanitarios y campos deportivos en la que, hasta cinco años atrás, fuera la región más pobre de la Argentina.
Se dice que es una mujer perteneciente a los pueblos originarios quien ha logrado crear fuentes de trabajo y darle vivienda a aquellos que han sido desocupados por generaciones, en ésta que es una de las provincias más pobres de la Argentina. Al mismo tiempo se escuchan voces airadas, son algunos políticos y otros argentinos pudientes que afirman que esta organización está compuesta de una banda de violentos.
Susana Luna es una mujer dinámica y sutil, de edad mediana, originaria de Córdoba, que es la segunda ciudad más importante de la Argentina. Desde que llegó a Suecia en 1976 ha estado trabajado con la prevención de VIH/sida, la integración de las familias inmigrantes y como maestra de preescolar. Nos encontramos a tomar café en casa de una amiga suya que vive en Rissne, al Noroeste de Estocolmo. Susana cuenta que ha estado varias veces en Jujuy para saludar a su familia y amigos, y que estaba curiosa de enterarse que es lo que estaba pasando y por qué había tanta irritación con la organización barrial Tupac Amaru. En el otoño del 2009 se decidió a investigar más de cerca qué era lo que ocurría y llegó a Jujuy al mismo tiempo que los periodistas de Buenos Aires que acabarían por volver famosa a Milagro Sala, la dirigente de Tupac Amaru. El suceso de los huevos recibidos por el congresista resultó ser una acusación falsa. No había, por lo tanto, ningún escándalo sobre el que informar pero los medios tendría, en cambio, oportunidad de conocer un nuevo Jujuy.
Tupac Amaru - Trabajo, salud, educación y una vida digna
La Organización Barrial Tupac Amaru es una ONG que trabaja con los grupos más vulnerables de Jujuy. Son parte de los movimientos sociales ciudadanos que surgieron en 1990 como reacción a los recortes del estado de bienestar durante los gobiernos neoliberales.1
La organización se compone de cientos de pequeñas cooperativas de trabajo -especialmente de mujeres- que construyen viviendas en la provincia de Jujuy. Esta tarea le ha sido encomendada a la organización por el gobierno argentino, el que ha destinado una partida presupuestaria para que la gente sin recursos económicos construyan ellos mismos sus casas. La organización recibe algo así como 16 millones de coronas suecas por mes. Susana me dice que Milagro Sala siempre construye más casas que las que se le encarga construir y, además, en menos tiempo que la competencia la que, por lo general, son empresas de construcción privadas. Y me aclara que Milagro dispone de un ejército entero de desocupados. Durante el tiempo en que Tupac Amaru ha estado activa han construido unas 5000 casas en todo Jujuy.
Foto: Anna Wetterqvist
La impresión más fuerte que recibió
Susana Luna del tiempo que pasó con
la Tupac fue el humor de la gente y la
música rasgos ambos característicos
de la organización.
El superávit de las construcciones la organización lo invierte en satisfacer las necesidades que hay en la zona -como ser fuentes de trabajo, educación, alimentos, atención sanitaria y guarderías, así como en lugares de recreación para los niños y para que jueguen al aire libre. Muchas personas que antes se habían mantenido de la mendicidad o cometiendo delitos ahora tienen un trabajo gracias a la Tupac Amaru, y también una vivienda y acceso a todo lo que la organización ofrece. Además la organización ha construido fábricas propias en la que se hacen textiles, ladrillos y muebles, lo que les garantiza la auto manutención sostenible.
Susana, que convivió diez meses con la Tupac Amaru, admite con humildad que en una organización tan grande existen también, por supuesto, carencias. Y pone como ejemplo que los miembros que son analfabetos no pueden cuidar el trabajo administrativo de manera satisfactoria pero señala, sin embargo, que estos problemas se cuidan en forma interna y que son mínimos si uno los compara con el trabajo impresionante que la organización realiza. Susana señala también que la Tupac debe cumplir con los mismos requisitos que cualquier otro empleador.
No se pueden imponer soluciones desde arriba. Hay que invertir dinero y tiempo y dejar a la gente que desarrolle su creatividad y dejarlos para que hagan lo correcto o se equivoquen
.Resistencia
Foto: Susana Luna
La presencia de Milagro Sala genera sentimientos fuertes. Con
empatía y autoridad anima Milagros a sus miembros a seguir
luchando
Milagro, con su significado literal, es la palabra que más se utiliza tanto cuando se habla de la Tupac como de su protagonista. En la vida de Milagro Sala ha habido de todo, ella ha robado, consumido drogas y, más tarde, ha estado encarcelada.2 Ahora es una lideraza social reconocida que no sólo representa a la Tupac en Jujuy, sino también a organizaciones hermanas en otras partes del país, así como a diferentes grupos de poblaciones originarias. La vida de Milagro Sala ha jugado un papel importante para que la gente le tenga confianza y para que las personas por las cuales trabaja la apoyen, y lo hacen porque se identifican con ella.
Es inevitable que despierte reacciones el hecho de que haya sido una persona con los antecedentes de Milagro Sala -no sólo es mujer, sino también de un pueblo originario- la que tomara la iniciativa de un movimiento social que acabaría por convertirse en el tercer empleador más grande Jujuy. Y, además, en una sociedad en la que, como en otras sociedades tradicionales, quienes gobiernan son hombres blancos pudientes. La clase dirigente de la provincia está consciente de la deuda que tienen con Milagro Sala por haber empleado tanto a desocupados como a ex-delincuentes, pero la poderosa fuerza de la Tupac los asusta. La organización tiene que luchar todo el tiempo por ganarse la confianza de la gente porque muchos aún desconfían y creen que andan buscando crear conflictos, explica Susana.
Al mismo tiempo la Tupac ejerce presiones sobre los políticos, por ejemplo, el movimiento apoyó una ocupación de la alcaldía de Jujuy y puso a los políticos locales en la obligación de pagar antes de la navidad del 2009 los aumentos de sueldos que se le estaban debiendo a un grupo de trabajadores. Y esto se logró porque la Tupac amenazó con organizar un piquete en todas las entradas/salidas de la ciudad si no se les daba respuesta a sus demandas.
Ondas expansivas
La Tupac Amaru ha cambiado la visión que existía sobre el rol de las organizaciones civiles en la sociedad argentina. La Tupac le ha mostrado al gobierno que se puede colaborar con las ONG, dar y recibir, explica Susana. Y aclara que tanto Milagro Sala como los compañeros apoyan al actual gobierno de la presidenta Cristina Kirchner ya que es la única que desde el cargo que tiene mira a los pobres y les muestra confianza en la capacidad de encontrar soluciones creativas para sus problemas.
El éxito del movimiento tiene ondas expansivas y en los últimos años son varias las organizaciones similares que se han formado a lo largo y ancho del país. Otros grupos también han sido influenciados por la forma de trabajar de la Tupac y la colaboración entre la organización y el gobierno ha puesto a éste en la necesidad de revisar la política relativa a la situación de los pueblos originarios en la sociedad argentina. En general, parece que los políticos se han visto obligados a hacer concesiones y a dar respuesta a las exigencias de los movimientos sociales.
Será interesante ver si en el futuro alguien se decide a tomar la batuta.
Fuentes:
1 www.tupacamaru.org.ar, 101209
2 http://informeurbano.com.ar, 101210
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