Galeano y algunos de pecados capitales de este mundo al revés
Gracias Galeano por haberlo podido escuchar, por dejar que nos nutriéramos de sus ideas y hacerlas nuestras o quizás fuese al revés, quizás sea que usted, maestro, es quien mejor logra ponerle palabras a nuestros pensamientos.
Eduardo Galeano estuvo en Suecia para recibir el premio de la Asociación Amigos de Stig Dagerman (Stigdagermansällskapet). Y después visitó la Universidad de Estocolmo invitado por el ISPLA. Todo el equipo de LatiCe llegó ese día a escuchar a este gran pensador y escritor, comprometido no sólo con la realidad latinoamericana, sino del mundo, de ese mundo que según Galeano está al revés, con la cabeza en los pies y que comete más de los siete pecados capitales.
Llegamos a escuchar sobre los pecados capitales de este mundo al revés, dos horas antes de la hora prevista llegamos, porque de boca en boca se había corrido la voz "todo Estocolmo va a ir, no se va a poder entrar." Y había sido verdad, dos horas antes, ya había gente esperando en la puerta para conseguir un buen lugar. No sólo se ocuparon todos los asientos del aula magna sino que la gente continuó entrando y amontonándose parada por pasillos y escaleras. La charla se demoró porque los organizadores dijeron que se tenían que ir los que no tuvieran asiento. Sólo unos pocos se retiraron, la mayoría se quedó. Otro anuncio, por cuestiones de seguridad sólo puede quedarse la gente que tiene asiento, no se puede pasar de la capacidad máxima de la sala. Nadie se movió. Hubo protestas, demoras, más anuncios seguidos de más protestas hasta que, finalmente, llegó la rendición, no del masivo público sino de los organizadores. La charla tendría lugar y todos podrían quedarse. Y cuando Eduardo Galeano entró al aula magna para ocupar su lugar en el podio lo recibimos todos de pie y con un interminable y caluroso aplauso, aplausos que se repetirían de esta manera cada vez que el escritor terminaba de leer alguno de los textos de Los pecado capitales de un mundo al revés.
Gracias Galeano por haberlo podido escuchar, por dejar que nos nutriéramos de sus ideas y hacerlas nuestras o quizás fuese al revés, quizás sea que usted, maestro, es quien mejor logra ponerle palabras a nuestros pensamientos. Algo sí me queda en claro, ese día fuimos muchos los que fuimos a verlo y estoy segura de que todos los que estuvimos allí esa tarde, unos sentados y otros tres horas de parado, todos nosotros pensamos como usted. Y eso es positivo.
El enlace de abajo lo lleva a ver un video de ese día. Así quiere LatiCe compartir ese momento con los que no pudieron estar. Mañana es día de elecciones en Suecia por eso quiero acabar llamando a la reflexión con una frase de Galeano que pasa justo para la ocasión ¿Por qué nos negamos a reconocer que lo mejor del mundo está en la diversidad de mundos que el mundo contiene?
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