Latice - Latinamérica en el Centro

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La lucha de las mujeres por sus cuerpos y territorios

Rocío Alorda*
Comunicaciones Aliadas

Movimiento feminista en Chile
Movimiento feminista en Chile se moviliza a favor
del derecho al aborto. /Archivo Marcha Mundial
de las Mujeres-Chile.

Diversos son los desafíos que actualmente enfrenta el movimiento de mujeres y feministas en América Latina, a pesar de que hoy la región cuenta con tres presidentas y una serie de políticas públicas enfocadas en el género.
Las desigualdades que abundan en el continente y la falta de reconocimiento de los derechos de las mujeres en los ámbitos económicos, violencia, salud y derechos reproductivos y discriminación han obligado a que tomen fuerza los movimientos y colectivos feministas, los que en los últimos años se han rearticulado para exigir las demandas históricas y las coyunturales

Estos movimientos han visibilizado los mecanismos que utiliza el capitalismo junto al patriarcado en su doble estrategia de control del cuerpo de las mujeres para la producción mercantil. Sin embargo, en la crisis civilizatoria actual el feminismo latinoamericano ha renovado su compromiso de lucha contra los múltiples sistemas de dominación.

Tal como lo indica el manifiesto político del XIII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado del 22 al 25 de noviembre del 2014 en el Perú, "la potencia de los movimientos feministas ha estado, más que en la capacidad de movilizar masas, en la capacidad de disputar y lograr cambios en los imaginarios democráticos y en los horizontes de transformación", los que han permitido que la disputa política se ha ampliado con la incorporación de nuevas actoras políticas como las mujeres campesinas, las indígenas, las lesbianas, las trans, etc.1

"Los feminismos en sus diversas vertientes levantan una crítica profunda a este sistema: a sus valores que exacerban la violencia contra los territorios y los cuerpos; a su modelo de desarrollo extractivista, depredador de la vida y la naturaleza, a su lógica de acumulación que mercantiliza todos los medios de vida, a la manera como subordina y explota el trabajo de las personas, en particular el trabajo del cuidado y de reproducción, realizados principalmente por las mujeres", sostiene el manifiesto.

En ese sentido, las democracias latinoamericanas no han logrado avanzar significativamente hacia la realización de los derechos económicos, sociales, culturales y sexuales de las mujeres, por la tensión interna que sostienen con los sectores conservadores y religiosos de los países. Democratizar los espacios públicos y privados, así como sostener resistencias frente a la privatización de los bienes comunes son parte de las luchas centrales que hoy mueven a los movimientos de mujeres y feministas en la región.

Libertad de decidir: cuerpo y autonomía

La autonomía del cuerpo y la lucha por los derechos sexuales y reproductivos han sido parte de las demandas históricas del movimiento de mujeres y feministas, quienes a lo largo de las décadas han conseguido algunos avances.

El movimiento de mujeres en Uruguay ha logrado un importante triunfo con la aprobación de la Ley N° 18.987 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE),que permite abortar a partir de tres causales: dentro de las 12 semanas por voluntad de la mujer siendo mayor de 18 años; dentro de las 14 semanas ante presentación de denuncia judicial de violación a cualquier edad gestacional; cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer certificada por un médico y a cualquier edad gestacional cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida, certificada por Comisión Asesora del Ministerio de Salud Pública.2

Por otro lado, en Chile la lucha del movimiento se ha focalizado en la despenalización del aborto así como en el reconocimiento de este como un problema de salud pública. Una de las últimas leyes de amarre de la dictadura militar de Augusto Pinochet fue la derogación en el año 1989 del artículo 119 del Código Sanitario que autorizaba el aborto terapéutico, prohibiéndolo y castigándolo en toda circunstancia. Este año la presidenta Michelle Bachelet anunció la presentación de un proyecto de ley que despenalizará el aborto en tres causales: cuando haya riesgo de vida de la mujer, inviabilidad fetal y violación.3

Sin embargo, dicha propuesta ha tenido reacciones. "Desde la Coordinadora Feministas en Lucha un tema principal a abordar es el aborto y no sólo la despenalización, sino avanzar en esta problemática como un tema de salud pública. Para esta coordinación es esencial que se aborde desde la libertad de decidir, eliminar el estigma moral y trabajar en que sea libre y gratuito, es decir, desde las políticas públicas, pues sabemos que los abortos que se practican actualmente son ilegales y muchas mujeres son encarceladas por estos hechos, especialmente las mujeres de escasos recursos, quienes son las más afectadas. Además abordar los temas de mujeres no sólo desde la perspectiva de género, sino que discutir desde la perspectiva feminista, ese sería un avance para posicionar la agenda de género", explica Angie Mendoza vocera de la Coordinadora Feministas en Lucha (CFL), que reúne una serie de organizaciones feministas en Chile.

¿Es posible avanzar hacia la equidad de los géneros en un país como Chile que lidera los índices de desigualdad? La vocera de la CFL afirma que "es posible, siempre y cuando sean las organizaciones feministas quienes estén en las discusiones sobre las políticas públicas dirigidas a las mujeres y hombres, sobre todo en los temas que se refieren a los derechos sexuales y reproductivos y retomar la discusión sobre la autonomía del cuerpo, cuestión central para avanzar en la desigualdad de las mujeres, sobre todo de las mujeres pobres, ya que la educación sexual se basa principalmente en lo biológico".

Similar es el panorama es el que viven las mujeres en Paraguay donde las modificaciones al Código Penal realizadas el año 1997 penaliza el aborto en general, incluyendo a la mujer, a quienes hayan instigado el hecho y a quienes lo hayan realizado.

Las organizaciones lesbianas, también han realizado un aporte clave para pensar las autonomías de los cuerpos. En ese horizonte, el reciente X Encuentro Lésbico Feminista del Abya Yala, realizado del 9 al 14 de octubre del 2014 en Colombia, abordó los efectos de las políticas neoliberales y neocoloniales en la región, transformadas en la instalación de un régimen heterosexual que organiza la vida de las personas. Sin embargo, dicha norma heterosexual junto al racismo, naturaliza las opresiones a través de prácticas violentas cuyas consecuencias las viven de manera más cruda las lesbianas.4

Mujeres del campo: por los territorios y los bienes comunes

En América Latina son cerca de 58 millones de mujeres las que viven en zonas rurales. Muchas de ellas son actoras claves en la producción alimentaria y de la lucha contra el hambre. Incluso este 2014 fue elegido como el año Internacional de la Agricultura Familiar, relevando el rol de las mujeres del campo. Eve Crowley, Representante Regional Adjunta de la FAO para América Latina y el Caribe, señaló que "las mujeres rurales desempeñan un papel importante en la producción de alimentos y la preservación de la biodiversidad".5

Sin embargo, más allá de los esfuerzos internacionales para destacar el rol y el aporte que las mujeres del campo hacen para la defensa de la tierra, del territorio y los bienes comunes, lo cierto es que su aporte se traduce en articulación y resistencia frente a los embates de las empresas transnacionales. La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina, a través de la Articulación de Mujeres del Campo, ha realizado claras propuestas políticas para la recuperación y protección de la naturaleza como lo es la "soberanía alimentaria", en donde las mujeres juegan un rol fundamental. "Nosotras, las mujeres del campo provenientes de 19 países, levantamos nuestras voces al unísono en defensa de la Madre Tierra como un todo y por una reforma agraria integral que garantice el acceso de las mujeres a la tierra. Levantamos nuestras voces en defensa de la Soberanía Alimentaria, de la producción y distribución basadas en economías solidarias y comunitarias, no en los esquemas capitalistas injustos y depredadores", expresa la Declaración de Quito en la IV Asamblea de la Articulación de Mujeres del Campo, CLOC - Vía Campesina, realizada en octubre del 2010.6

Conociendo la realidad de las mujeres del campo la Vía Campesina el año 2008 lanzó la campaña "Basta de violencia hacia las mujeres" para denunciar la violencia física, ética, psicológica, política y económica que genera el capitalismo y el patriarcado. En el manifiesto base de la campaña la CLOC reafirma las luchas por una sociedad basada en la justicia y la igualdad, donde las mujeres tienen derecho a una vida digna; con acceso a la tierra y la soberanía alimentaria, ya que si bien ellas producen el 80% de los alimentos, apenas son propietarias del 2% de las tierras.7 "Como Vía Campesina creemos que para acabar con esta violencia estructural es fundamental acabar con el sistema capitalista que se basa en la explotación de clase, género y exclusión, principalmente, de las mujeres campesinas", sostiene el manifiesto de la campaña.

Así mismo, las mujeres siguen denunciando y articulándose para la resistencia en sus territorios. En VII Congreso de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas de Paraguay (CONAMURI), realizado del 18 al 20 de octubre del 2014 en Asunción, el movimiento denunció la fuerte criminalización de la protesta social, el despojo de las tierras indígenas para entregárselo al capital foráneo y la aprobación de leyes que permite el cultivo de transgénicos. CONAMURI ha denunciado cómo las mujeres de los sectores populares han sido las más vulneradas por el sistema capitalista y patriarcal con el robo de las semillas, de los territorios y la violencia hacia el cuerpo de las mujeres, reivindicando el feminismo campesino y popular como horizonte de lucha.8

En este mismo camino, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (ANAMURI), preparara su II Congreso Nacional, a realizarse del 25 al 28 de noviembre, cuyo lema es "Luchando contra el capitalismo, el patriarcado y por nuestros derechos: nosotras tenemos la palabra". En este encuentro se espera generar esfuerzos de unidad en la construcción de propuestas y acciones para hacer frente al desenfreno capitalista a partir de un debate "que dé cuenta de la situación actual en que se encuentran las mujeres, y el impacto del modelo capitalista y patriarcal en el campo, en sus cuerpos, en sus familias, vidas y comunidades, construyendo a vez agenda de acciones políticas, culturales y de resistencia".9

*Periodista chilena, magister en Comunicación Política y profesora de Comunicación. Corresponsal de Noticias Aliadas desde el 2008. Activista feminista del Movimiento Marcha Mundial de las Mujeres y parte de la Minga Informativa de Movimientos Sociales.

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1 Manifiesto Político del XIII EFLAC
2 Mujer y Salud en Uruguay
3 Observatorio Género y Equidad
4 Documentos para el debate, X Encuentro Lésbico Feminista de Abya Yala.
5 CEPAL
6 Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC- Vía Campesina.
7 Campaña "Basta de Violencia hacia las Mujeres", Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC- Vía Campesina
8 Declaración política VII Congreso CONAMURI
9 "Una mirada hacia adentro para una acción hacia afuera". ANAMURI



Publicado: abril 2015

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