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Una luz de Cuba

Luis Yuseff
Ediciones La Luz

En 2010 LatiCe se dedicó al trabajo solidario con la UNEAC de Cuba. En colaboración con otras organizaciones como Triskel Kulturcentrum organizamos una velada cultural para recaudar fondo y hacer llegar a UNEAC de Báguanos, Holguin, computadoras y aparatos de ayuda para personas con discapacidad, donados por Helpmiddelfonden de Noruega. Acabamos de recibir esta carta que queremos compartir con ustedes.


Una luz de Cuba

Otra vez vuelvo a agradecerles toda su amabilidad y solidaridad con Cuba y los cubanos. A grandes rasgos les explico las características de nuestros proyectos y de Ediciones La Luz. Lo primero es decirle que Ediciones La Luz es un sello editorial, fundado en el año 1997, como alternativa al precario mundo editorial cubano, languidecido en los duros años noventa, y casi prohibido para los más jóvenes autores cubanos.

La fundación de esta editorial, junto a otras cuatro, en distintas zonas de la isla, vino a satisfacer, de alguna manera, esa demanda de publicación entre los jóvenes, pero también les mostró la literatura de los clásicos que, por muchas razones, no habían encontrado espacio en las editoriales de alcance nacional. Pero siempre con tiradas cortas, y libros hechos casi completamente de manera artesanal o con impresiones en plomo, que tanto me gustaban...

Después, en el año 2000, Fidel creó lo que se ha llamado Sistema de Ediciones Territoriales (SET), y ese fue el momento en el que se nos entregó, por primera vez, una computadora con una impresora láser. Lamentablemente el tiempo les pasó factura, y ante el recrudecimiento de la situación económica del país, quedamos desprovistos de computadoras, justo en el momento en el que LA LUZ alcanzaba reconocimiento con un trabajo sostenido y buscado por los lectores cubanos. Por suerte ustedes hicieron la donación de computadoras y la UNEAC, sensibilizada por la situación precaria que estaba enfrentando la LUZ, quiso colaborar con nosotros, pues ya ellos sabían de nuestro proyecto de peña Lumbrera, que es un proyecto que incluye la realización de un espacio de socialización de la lectura entre los niños invidentes o débiles visuales de la escuela La edad de oro.

Aparejada a ese proyecto abrimos una colección nueva, llamada "Quema palabras" y que no es otra cosa que grabar las voces de autores, que leen sus poemas o sus cuentos, en el estudio de la radio provincial y luego, de manera artesanal, buscando quién nos compre placas vírgenes de CD y acudiendo a amigos que presten sus quemadores de CD, pues las grabamos y las socializamos. El último de estos proyectos es justamente "Retoños de almendro. Cuentos para niños de autores cubanos", que incluye las narraciones de casi 15 historias.

Este es apenas una pequeña parte del trabajo de LA LUZ, que también hace libros de papel, con planes editoriales que crecen por año, pues el Instituto Cubano del Libro nos tiene en estima, pero pueden hacer bien poco para apoyarnos con nuevas computadoras, impresoras y hasta material gastable de oficina. Trabajamos mucho, en condiciones precarias, y aspiramos a que en este año 2015 finalmente nos reparen el lugar que debe ocupar definitivamente nuestra editorial, pero es un proceso lento, muy lento.

Cada mes hacemos presentaciones en escuelas primarias, secundarias básicas, preuniversitarios y universidades, pero también vamos a hogares de ancianos para llevarles la literatura que se hace en Cuba por parte de los autores jóvenes. Aunque también en nuestro catálogo incluimos a otros autores, y el mejor ejemplo es la publicación, este año, de las cartas de Nerhu a Indira Gandhi, un libro precioso, bellamente ilustrado, que se presentará en La Habana durante la Feria del Libro, dedicada a la India.

En estos momentos, en LA LUZ, trabajamos 3 editores, una correctora, dos diseñadores, y dos promotores, además de un administrador y un joven recién graduado de la universidad que se adiestra con nosotros. Todos, gracias a las 3 computadoras que nos destinó la UNEAC, y que se hacen aún insuficientes, pues tenemos que rotarnos los horarios para trabajar en ellas y aprovechar nuestro tiempo. Y aunque estas computadoras técnicamente no sean las mejores para el diseño de libros, por la complejidad de los programas de diseños, no sé decirle cómo nos las arreglamos para no dejar un solo libro fuera de nuestros planes, siempre que sean propuestas valiosas y esperadas por el lector cubano.



Publicado: marzo 2015

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